Este año la carrera de Aranjuez es para mí muy especial. Me consta que muchos de vosotros tenéis esa fecha marcada en rojo en el calendario, sobre todo los que no tenéis la posibilidad o la intención de correr días después la San Silvestre Vallecana. Algunos habéis seguido el plan de manera más estricta, y otros lo habéis acoplado a vuestras cirunstancias personales, pero casi todos coincidís en el objetivo: Tratar de romper la barrera de los 40´en 10 km. Incluso algunos no habéis podido seguir el plan por diversos motivos, pero tenéis la intención de uniros a esa "grupeta" (termino más ciclista en honor a Espartano).
Quedan dos semanas para la cita y la mayoría estáis enfrascados en vuestras series, rodajes, quedadas para las tiradas largas. Es un placer ver como, en busca de un mismo objetivo, llegan a concentrarse un buen número de corredores en horario nocturno en nuestro querido Parque Tierno Galván. Este martes pasado para hacer las series o el día de las gradas son un buen ejemplo. Otros, Kamparredores en su mayoría, son lobos más solitarios que, a distancia, sufren para tratar de seguir el plan y no abandonarse a la pereza.
Pero el día 20 de diciembre en Aranjuez, unos de blanco y otros de verde, se unirán para tratar de fortalecerse mutuamente en los momentos difíciles y poder morir en el kilómetro final en busca de su objetivo. El de la mayoría: sub 40´, pero también los hay que aspiran a bajar su marca aunque no puedan romper esa barrera, y algunos que nos sorprenderán bajando de 39´.
El objetivo está a vuestro alcance, os he visto entrenar a la mayoría, y estoy seguro de que todos vais a conseguir esa mejora de vuestra MMP, y muchos además romperán la barrera psicológica de los cuarenta minutos (piscológica Guille, psicológica). Algunos de vuestros entrenamientos indican que valéis mucho más de la marca que acreditáis, pero como ya he comentado muchas veces: la marca no se vale, se hace.
Desde aquí os animo para que afrontéis con fuerza estas dos últimas semanas, y ese día la carrera pondrá a cada uno en su sitio. Seguro que en uno mejor. El de saber que he entrenado con constancia, con ilusión, compartieno sufrimiento con los compañeros, persiguiendo una meta que para la mayoría es absurda, pero que para mí tiene valor y tiene sentido. Y sobre todo haciendo lo que más me gusta: correr.
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