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Luismi, "el lechón brother"

El Atleta de la Semana

Hoy toca hablar de un atleta que rentabiliza al máximo sus entrenamientos y los meses de temporada que puede entrenar. Es habitual verle comenzar allá por Navidades, el verano no suele "sentarle bien". Aún así es capaz de transformarse cual camaleón y mutar en 3 meses para pasar de ser "Ronaldo Brasileño" a "Robertito Carlos" y correr un maratón en 3h 09´.

Este año sí ha entrenado en verano, y ahora afronta el Maratón de Donosti con un estado de forma envidiable. Hoy en un test, sin llegar a ir a tope, ha mejorado en 2´ su marca en Media Maratón, y eso que el perfil de Fuenlabrada no es propicio para marcas. Esa 1h24´11" son garantía para tratar de afrontar el reto de las 3 h dentro de un mes.



Enhorabuena Luismi.





Mi próxima cita

Después del suplicio en que se convirtió La Melonera, llega ahora el Cross del Barrio del Pilar.

Un Cross popular, para el corredor, organizado por la A.D. Sprint y patrocinado por Ital Café (de nuestro querido amigo Javi).

Hasta allí nos acercaremos el domingo para dejarnos la piel defendiendo esta vez los colores del Tierno Galván.

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¿Hay vida después de Vitoria? Sí, VALENCIA

Imagino que es la pregunta que ronda por la cabeza de muchos de vosotros cuando termináis los objetivos planteados en una temporada, y más aún si el colofón es un maratón y entramos en los meses de calor. Después de 8-9 meses de duro entrenamiento, de competir en muchas carreras con el cuchillo entre los dientes, de madrugones los sábados y domingos... por eso cuando llega este periodo muchos corredores no tienen claro que hacer y se abandonan hasta septiembre: grave error.

Las opciones para continuar entrenando son numerosas, y sobre todo son el vehículo para continuar en un estado de mantenimiento de la forma hasta que se realice el parón de 2-3 semanas en verano. De ese modo el punto de forma con el que iniciaremos la siguiente temporada no será tan bajo como si nos abandonamos durante un par de meses.

En este periodo podemos:

1- Preparar carreras cortas, de 10 km e incluso menos. Nos devolverá un punto de velocidad que habremos perdido con el entrenamiento para distancias superiores. A veces incluso nos podemos sorprender del estado de forma en el que podemos estar un mes de después de correr un maratón.

2- Fortalecer aquellas zonas que siempre tenemos más débiles o descompensadas y que suelen pasarnos factura a lo largo de la temporada. En ocasiones no tenemos tiempo para este tipo de trabajo o no es nuestra prioridad. Ahora es el momento de ponerlo como objetivo prioritario.

3- Probar nuevas disciplinas: las carreras de montaña o el triatlón son dos de las disciplinas que más adeptos tienen dentro de los corredores populares en los meses de verano.

4- Buscar un reto extravagante: una prueba de ultrafondo, un raid por equipos, etc.

En mi caso particular, voy a optar por el objetivo del fortalecimiento combinado con mi participación en alguna carrera de distancia corta. Reforzar toda la musculatura haciendo mayor hincapié en aquellas zonas en las que noto que cuando la cosa se pone seria (competiciones o entrenamientos al máximo nivel) en ocasiones noto ciertas "lagunas".

Tengo ya fijado el próximo objetivo. Un maratón en otoño, época en la que nunca he hecho ninguno. En principio el maratón elegido vuelve a tener las 3 B: Bueno, Bonito y Barato. El Maratón de Valencia, que se celebra el 20 de noviembre. Este año estrena nuevo circuito, nueva fecha, y además será Campeonato Nacional de Maratón. Quedan 26 semanas, tiempo para descansar y comenzar a entrenar de forma específica a mediados o finales de agosto.

Desde aquí os animo a todos a que os lo penséis. Podría ser una buena aventura el vivir juntos un maratón fuera de casa. Juntos tenemos más fuerza. Ya os digo que no estoy solo en este nuevo reto. ¿Os lo vais a perder?
Como dice la canción de The he Offspring - You're Gonna Go Far, Kid  (TU PUEDES LLEGAR LEJOS, CHICO) Sólo se trata de proponérselo y trabajar con ilusión y disfrutar. Lo demás llegará solo.

Temporada 2010-11: Maratón de Vitoria y la triple corona.

Hace algo más de un año le comenté a mi amigo Iván que pronto cumpliría 40 años y que me gustaría celebrarlo de alguna manera especial, con un reto que viniese a confirmar "que no pesan los años, pesan los kilos". En principio él trató de llevarme a su terreno con el tema del triatlon, y aunque empecé con la bici y el agua, no acabó de picarme suficientemente el gusanillo. Después estuve dándole vueltas al Trail de Peñalara, pero mi tobillo cada vez soporta peor los desniveles. Así que entre unas y otras se me ocurrió el reto de la Triple Corona. Se trataba de bajar de unas marcas significativas en las tres distancias que corro a lo largo de la temporada:  Sub 36´ en el 10.000, sub 1h20´en la Media y sub 3h en Maratón. Y todo ello antes de cumplir los 41. La marca del 10.000 llegó en Aranjuez con 35´49", la de la Media un mes después en Getafe con 1h19´23", y la otra quedaba para Vitoria.

Martín Fíz, uno de nuestros mejores maratonianos
Joseba Beloki. Además de un excelente ciclista un tio simpático y cercano.
Vitoria es una ciudad excelente. Se respira una calidad de vida, un ambiente, una forma de moverse por la ciudad (muchísima gente en bici), etc. que apetece quedarse. Si además le sumamos el componente gastronómico pues ya no te vuelves a casa. la aventura pretendía ser un viaje relámpago: ir, correr, vencer y volver. Después de alojarnos en el hotel al medio día del sábado, realizamos la tradicional ingesta de pasta al medio día.

Cena de pintxos con "Ramón Bilbao" en el Sagartoki.
Quizás no era lo ideal, pero con esa pinta ¿quién se los pierde?
Después de dar una vueltecilla por la tarde, vamos a por el dorsal. Allí coincidimos con Martín Fíz y con Joseba Beloki, con quien estuvimos charlando un rato. Para cenar desafiamos a los "teóricos del entrenamiento" y de forma comedida cenamos de pinchos en el "muy recomendable" Sagartoki. Sus pinchos creativos son espectaculares, y si además los acompañas de un "Ramón Bilbao" pues ya ni os cuento.

La salida y primera parte de la carrera
Por la mañana amaneció despejado, fresquito y con mucho sol, que acabó castigando mucho durante la prueba. En principio buenas condiciones para correr. Dejamos las cosas en el ropero, últimos retoques de vaselina y para la salida. Allí conversamos con la liebre de 3 h que comentó que pasaría en 1h30 la media, y que el año pasado sólo tres corredores se quedaron con él en el kilómetro 35, el resto se hundieron.
Carmen y Fani nos animaron y cuidaron de nosotros durante toda la prueba

La primera parte de la carrera transcurre por el centro urbano y el correr con los del 10.000 y la Media complica un poco el asunto. Bolardos, bordillos, bancos... todo lo posible para no ir cómodo. Para la liebre también es difícil y de forma inevitable nos lleva a tirones. Lo mismo marca 4´25" que 3´59". Una vez ya en el km 15 la cosa parece que se estabiliza más y ya es algo más fácil colocarse bien. vamos un grupo numeroso. A esas alturas debía haber tomado el primer Vitargo, pero entre unas cosas y otras no consigo encontrarme con Fani y Carmen. Luismi tiene más suerte y si consigue el avituallamiento pactado.

Pasan los Kilómetros
Seguimos a buen ritmo camino de la zona más desfavorable del circuito. Las avenidas de la periferia, con poca animación, mucho aire y un sol de justicia. Resguardado en el grupo trato deguardar las máximas fuerzas posibles. En el km 24 recibo la tremenda alegría de ver a Carmen y Fani y recibir el primer Vitargo, que por cierto me sienta de maravilla. Un poco antes me había cruzado con Luismi, al que se le veía muy entero y con buena planta. Pasan los kilómetros y después de volver a recorrer una parte del centro nos encaminamos a por la última vuelta. Kilómetro 30 y en el grupo ya se ve a la gente sufriendo. Comienzan a descolgarse sus  inegrantes de forma contínua. En el km 31 segundo Vitargo. Voy con buenas sensaciones, pero quiero ser precavido. Camino del km 35 ya solo quedamos 5-6 integrantes del numeroso grupo que comenzó con la idea de bajar de 3h. Subida tendida en el polígono y el aire soplando fuerte. La Liebre, José Ramón nos anima a regular en ese tramo. Me cruzo con Luismi, que viene de bajada. Le veo fenomenal, pero lo animo a que se refugie en el grupo, que al girar sopla de lo lindo. De nuevo Fani y Carmen para animarme y darme el último Vitargo.

La sorpresa
Me encuentro muy bien y por mi cabeza pasa la idea de arriesgar y marcharme en el km 37 intentando buscar las 2h55-56. Mi cabeza me dice que hay que ser prudente, que hace 5 días estaba hecho una mierda con la resaca de antibióticos. Mejor seguir en el grupo unos kilómetros más. En el km 38 le pregunto a la liebre sobre el perfil de los 2-3 últimos km. me dice que salvo un repechito el resto es favorable. Tengo decidido irme justo antes del km 40 en busca arañar un minutillo. Pero los expertos en esto, como mi amigo Rafa, siempre dice que "hasta el rabo todo es toro". Sin avisar, de forma traicionera, el femoral derecho se me sube en el km 39´5. Si me hacen una foto en ese momento... El grupo se marcha. yo estiro. Trato de volver a correr. No puedo. Vuelvo a estirar más tiempo. Corro con dolor, pero corro. Voy poco a poco, paso a mi compañero del foro Grifo, que se ha descolgado unos segundos y aún no sabe que conseguirá su objetivo. Se que estoy muy fuerte porque pese al parón y a los dolores consigo contactar de nuevo con el grupo. Justo unos segundos antes veía de nuevo a Luismi bajar como un misil. Lo va a conseguir seguro. Él no sabe lo que me ha pasado. Me ve unos metros descolgado del grupo, me anima porque sabe que paso un mal momento.

El desenlace
Una vez alcanzado el grupo decido que no tentaré a la suerte. Esta vez me vale con aguantar. Alguno todavía anda sorprendido de que haya podido volver a contactar con ellos. La llegada a meta es espectacular. Le damos las gracias a José Ramón, nos ha llevado a nuestro éxito particular de forma altruista. Nos felicitamos, aplaudimos en la recta final, y apretamos un poco para parar el crono en 2h58´46", puesto 24 de la general. Misión cumplida. Después voy en busca de Fany y Carmen que están en las vallas, y esperamos a que llegue el lechón. Viene en solitario. Como un gamo. Disfrutando y volviendo a obrar el milagro. Para el crono en 2h11´04", puesto 66 de la general. Entero y con la sensación de haber podido incluso bajar de 2h10´.

La entrada en la zona de meta, del grupo inicial sólo quedamos 4.
Excelente labor de José Ramón (dorsal 9), que nos llevó de maravilla.

El lechon brother celebrando su espectacular marca de 3h11´04"

Ducha. Visita de nuevo al Sagartoki, donde volvemos a comer el famoso "huevo" y saludamos a Ramón Bilbao de nuevo. Algo de dulce y regreso a casa. cansados, pero contentos. Se ha cerrado un círculo. Es el momento de descansar, recuperar y volver a marcar nuevos objetivos.
La Familia celebrando el éxito del viaje a Vitoria. Volveremos.
Tanto Luismi como yo queremos dar las gracias a aquellos con quienes compartimos nuestra ilusión por este deporte, con quienes hacemos cientos de kilómetros al año. Hemos recibido mensajes, llamadas, e-mails, y todos ellos nos han empujado un poco más a conseguir nuestros objetivos. Desde aquí os queremos agradecer vuestro apoyo: Galvaneros, Kamparredores, y resto de amigos que os asomáis por aquí de vez en cuando. Gracias también a Javi, que ha cuidado durante todo el año de mis piernas y tiene buena culpa de que llegase en buenas condiciones.

1 día para Vitoria

Ya esta aquí y no hay marcha atrás. Mañana sábado salimos para las tierras del norte en busca de la triple corona. No lo hacemos en las mejores condiones, pero en estos días hemos recuperado un poco las sensaciones. Después de tener que abandonar el entrenamiento del martes por la tarde, donde logré realizar 9,5 km a 4´50" a duras penas, el miércoles por la mañana mre resarcí con otros 9,3 km a 4´10"  cubriendo parte de ellos a menos de 4´. Espero continuar recuperando sensaciones hasta el domingo y alejando la sombra alargada del efecto de los antibióticos y el catarro. Ayer tocó descarga en el fisio. Hoy útlimo entrenamiento de activación.

El "lechón broher" en su hábitat natural, todo un "mago de la forma"
El perfil de Vitoria es llano, las previsiones climatológicas no pintan excesivamente mal, y llevamos la excelente compañía de nuestras señoras, que seguro nos darán ánimos en los momentos más complicados. El lechón brother ha vuelto a obrar el milagro de los kilómetros y los kilos. Toda la vida con él y todavía me asombra la facilidad que tiene para coger y perder la forma. Su debut en la temporada fue en Febrero, cuando otros llevábamos ya un montón de carreras y kilómetros a las espaldas. Ha sido ponerse a entrenar y ha perdido la mochila de kilos. Se ha puetso fino y tiene el sub 3h15´ en las piernas. De hecho si se encuentra bien y responde puede acercarse mucho a las 3h10´.

Por mi parte sigo con la idea de salir refugiado en el globo de las 3h y esperar para ver las sensaciones al paso de la Media. En otras circunstancias sería más valiente, pero siendo realista toca ser más prudente que nunca. Un circuito de 2 vueltas será ideal para ver la realidad del perfil y saber dónde hay que guardar fuerzas. Otro enemigo puede ser la participación. Hablamos de un maratón poco multitudinario, con apenas 400 participantes. El año pasado los 40 primeros bajaron de 3 h. Quedarse solo mucho tiempo puede pesar mucho al final, así que mejor buscar cobijo en algún grupo.

Muchas gracias a todos los que habéis estado pendientes de nosotros, Galvaneros, Kamparredores, y algunos otros como Dani, Fernando... esperamos traer buenas noticias de las tierras del norte.

Temporada 2010-11: Vitoria, llegó la hora

El maratón es especial por muchos motivos: la distancia, el sufrimiento, la imposibilidad de realizar muchos en una temporada, el duro entrenamiento específico que hace falta, y sobre todo la incertidumbre. Cuando corro un 10.000 se perfectamente como estoy, y suelo acercarme mucho en mis predicciones. Incluso cuando sale mal, te desvías unos segundos de tus expectativas. Algo parecido pasa con la media, aunque aquí quizás heblemos de un minuto arriba o abajo. En el maratón eso no sucede. He oido a muchos compañeros de nivel hablar de su objetivo antes de la prueba y ver como llegaban consumidos sobrepasando en más de 15 o 20 minutos esa marca.

En el maratón influyen muchas variables: estado de forma, condiciones climatológicas, mala asimilación de líquidos y geles, resfriados o pequeñas enfermedades recientes, etc. Cualquiera de ellas puede condicionar la prueba y endurecerla hasta límites insospechados. Sólo los que han pasado por esas circunstancias saben de lo que hablo. Por eso, debemos trazar un plan de carrera realista, y además tener una opción B más conservadora en la que poder resguardarnos si sospechamos que la cosa empieza a pintar mal.

Esta semana debería haber sido una semana muy cómoda y fácil de entrenamiento. Bajando el pistón para recuperar la sensación de viveza en las piernas después de las tres semanas de carga anteriores. Sin embargo el catarro ha ido evolucionando y las pastillas han sustituido a los entrenamientos. Sólo he podido completar 3 entrenamientos para un total de 50 km. No me preocupa tanto el volumen como las sensaciones que he tenido. Falta de fuerza, dolores musculares, y hasta debilidad mental en algunos momentos. Es cierto que los entrenos han ido de peor a mejor a lo largo de la semana, al igual que mi resfriado. Gracias a mis compañeros del Tierno he conseguido completar esas tres sesiones y recuperar algo de moral de cara al domingo que viene. Ayer realicé el último entrenamiento un poco largo, 21 km a 4´26" de media con 8-9 km a ritmo de 4´10-15" para salir algo reforzado mentalmente.

Con este panorama y quedándome un día de antibióticos, sólo queda descansar mucho, alimentarse bien, y esperar que el cuerpo se recupere lo más rápido posible para poder salir con garantías en Vitoria. En principio optaré por una estrategia más conservadora y en lugar de atacar esas 2h55´ me conformaré con comenzar en el globo de 3 h, ver como responden las piernas, analizar la carrera, y decidir durante la prueba.