"Lo que importa verdaderamente no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos para lograrlos" (Peter Bamm).
Marcarse objetivos para cada temporada es importante por diversos motivos:
Aumenta la motivación en los entrenamientos, ayudándonos a vencer ciertos momentos de flaqueza.
Nos ayuda a estructurar la temporada en función de los mismos, organizando mejor los diferentes periodos de la misma.
Si los objetivos son realistas, nos permitirán mejorar progresivamente, reforzando nuestras debilidades.
A la hora de fijar los objetivos de la temporada deberemos hacer un análisis de las temporadas anteriores, intentando ver los aspectos postivos y negativos de las mismas, así como los factores que han podido influir en ellos. Tendremos que tener presente cuales son nuestras circunstancias personales y laborales, y ver el tiempo que puedo dedicar a enrenar. Todos sabemos que hay años y "años".
Una vez que tenemos toda esa información podemos empezar por fijar dos tipos de objetivos: prioritarios y secundarios.
Una vez que tenemos toda esa información podemos empezar por fijar dos tipos de objetivos: prioritarios y secundarios.
Los Objetivos Prioritarios van a ser aquellos en los que vamos a centrar la mayor parte de nuestros esfuerzos, y que siempre deben estar presentes a lo largo de la temporada como guía para no perder nunca de vista el norte.
Los Objetivos Secundarios van a ser metas parciales, que nos van a permitir ir incrementando nuestro estado de forma, preparándonos para conseguir esos objetivos prioritarios.
Tendremos que tener objetivos a corto (próximos meses), medio (una temporada) y largo plazo (más de una temporada), aunque para un atleta popular lo más normal es funcionar con objetivos a corto y medio plazo. En ocasiones cuando me enfrento a un reto importante sin experiencia previa, como Espartano con su Ironman, sí es necesaria una planificación a largo plazo.
Para tener éxito, debemos plantear unos objetivos realistas. Estos objetivos deben suponernos un reto, pero un reto que con esfuerzo sea factible. Si yo tengo 42´como mejor marca en un 10.000, podría pensar en un objetivo sub 40´ para esa temporada, pero sería utópico pensar que puedo bajar a sub 37´.
Escribir los objetivos. A mí personalmente me gusta registrar los objetivos por escrito, siempre los tengo presentes y puedo recurrir a ellos cuando dudo a la hora de realizar la planificación de los entenamientos a los largo de la temporada. Son siempre un referente, un punto al que volver, la brújula que nos guía.
Las temporadas pasadas han estado llenas de luces y de sombras, algunas de ellas muy alargadas en forma de lesiones y parones contínuos. En estos tres años en el saco quedan mis dos primeros maratones (3h 7´ y 3h 4´), una marca discreta en media maratón (1h 23´55") y la mejora de a marca en el 10.000 (36´50") sin entrenarla de forma específica. También queda una rotura de ligamentos en el tobillo, y lesiones contínuas en el piramidal y la articulación sacroiliaca a lo largo de la última temporada.
Una vez analizado todo ello para este año me fijo los siguientes objetivos:
Objetivos Prioritarios:
- Mejora de los niveles de fuerza, intentando reforzar el "chasis" para tratar de reducir el riesgo de lesiones.
- Lograr continuidad en los entrenamientos, tratando de minimizar las situaciones de riesgo (intensidad de las series, número de competiciones, etc.).
- Volver a poder disputar un maratón con el objetivo de bajar de las 3h.
Objetivos Secundarios:
- Tratar de mantener unos niveles en 10.000 y media maratón cercanos a los 37´ y a 1h23´, mejorándo mis marcas si se dan las circunstancias, pero sin buscarlas de forma prioritaria.
- Debutar en Triatlón. Dedicar más tiempo a las salidas en bicicleta.
Objetivo Utópico:
"Poder correr el ultratrail de la Sierra de Guadarrama a finales de junio-principios de julio."
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