A lo largo de estos años, hemos debatido aquí sobre la filosofía de nuestra actitud en carrera. Hemos hablado de cómo esa actitud puede variar en función de la distancia en la que competimos, ya que no es lo mismo enfrentarse a un diezmil que a un maratón. Hay pruebas donde arriesgar de más, y no calcular con objetividad nuestras posibildiades de éxito, nos puede pasar una factura importante. El caso del maratón es el más claro ejemplo.
Hoy rodando por la Casa de Campo, hablaba con nuestro amigo Cristian sobre la sensación que se nos queda en el cuerpo cuando sabiendo que hemos entrenado bien, y que el estado de forma nos acompaña, decidimos dar un pasito atrás y no afrontar la competición con la confianza que debiéramos. En Hamburgo él tuvo esa sensación, y estoy seguro que está deseando quitarse la espinita. Está fino, ha corrido en menos de 38´ el diezmil varias veces, ha dado un paso adelante como atleta y eso lo percibe uno.
Mi hermano Luismi ha seguido un proceso paralelo. Por fin ha conseguido entrenar en verano para comenzar la preparación de Donosti sin contratiempos. Está entrenando como nunca, haciendo más volumen, series a mejor ritmo, y hoy ha bajado 2´su marca en Media Maratón guardándose un puntito y en un perfil exigente como es el de Fuenlabrada. 1h 24´11".
Cuando alguien prepara un maratón y siente que ha dado un paso adelante en su preparación, siente un temor interno. Temor a saber que está bien de forma, que ha entrenado como nunca, pero no sabe a ciencia cierta si todo eso desembocará en un resultado satisfactorio el día de la prueba. Esta prueba es así. En ese momento es donde debemos crecer como atletas. Afrontar la prueba con la confianza del trabajo bien hecho, y con el pensamiento positivo de tener delante una oportunidad que quizás no se vuelva a repetir. Con los datos objetivos que sustenten nuestra estrategia en carrera y que habremos analizado con nuestro entrenador, con la ilusión puesta en esta cita, con las horas robadas al sueño y a la familia, con las fuerzas guardadas durante la última semana, con los aplausos que recibiremos en el recorrido, con los mensajes de amigos y familiares que estarán pendientes de nosotros, con la cabeza fría en carrera... con todo ello debemos hacer una mochila, una "mochila que nos de valor para arriesgar".
No se trata de ser un kamikaze. No se trata de correr a lo loco. No se trata de no controlar la carrera. Se trata de tener valor para arriesgar en busca de aquello que merecemos, de aquello que valemos, de esa marca soñada, de esas sensaciones que sólo uno tiene, de esos recuerdos que quedarán grabados en nuestra memoria; en definitiva, de ese maratón soñado.
Si es vuestro caso, si habéis crecido en estos últimos meses, si habéis entrenado mejor que nunca, si llegado el día las sensaciones son buenas, si la climatología acompaña... entonces buscar en vuestro interior y coger la mochila del valor, del valor de arriesgar y el valor de soñar. No dejéis escapar la oportunidad. Sea cual sea el resultado final habreís ganado.
A todos los que en las próximas fechas afrontáis el reto de Donosti o Valencia, muchísima suerte en estas útimas semanas. Vosotros tenéis la palabra.
A todos los que en las próximas fechas afrontáis el reto de Donosti o Valencia, muchísima suerte en estas útimas semanas. Vosotros tenéis la palabra.
Algunas de las imagenes que os dejo hoy pertenercen a http://desmotivaciones.es/ una web realmente interesante por la que pasar de vez en cuando.